Editorial: Muchas veces me sumerjo y buceo en Facebook, porque encuentro reflexiones interesantes, pensamientos inteligentes, frases que nacen del corazón en momentos especiales de cada uno, vivencias sinceras llevadas a la red, críticas ácidas elegantes. Personas que desnudan su alma y en el tránsito dejan sentimientos bonitos.

En las últimas semanas ha subido el tono en clave de enfado contra la clase política. Cuanto más información generan las televisiones y radios desde la uniformidad del poder establecido, más gritos llegan a esta red social, tiene filtros por supuesto, pero deja expresarse más libre hasta que se dan cuenta, si retiran algo da igual, ya corre como la pólvora.

Me decía una doctora que a veces me pasa información autorizada, que debemos recordar lo que nos debe mantener unidos y la distancia social es la cuadratura del círculo en esta pandemia. Que estaba contenta que el Gobierno haya rectificado y que ahora se obliga a ponerse la mascarilla en todos los lugares públicos. Lamenta que sea tarde esta decisión del denominado mando único, pero como dice el refrán más vale tarde que nunca. Ahora solo falta que alguien recorra terrazas de bares concurridos y grite a los cuatro vientos, guardar la distancia insensatos, insolidarios.

Dice en Facebook uno de los economistas que más sabe de este país y que ha demostrado su nivel de documentación, Gay de Liébana, “España debería eliminar la gigantesca industria política que se ha generado y que consume cerca de 25.000 millones de euros al año”.

También he leído al menos 200 comentarios pidiendo que se rebaje a la mitad la clase política. Es suficiente con el 50% de los políticos que tiene el Congreso, Senado, Autonomías, Ayuntamientos, asesores, y demás. Y desprenderse de miles de coches oficiales. Su descrédito está aumentando como nunca ha ocurrido en este país.

Dice una joven en Facebook que Manuel Fraga y Santiago Carrillo fueron capaces de acercarse. Eran lo más opuesto que se puede conocer en política, pero ambos pensaban en España. También ocurre en Alemania, Israel. Fraga presentó a Carrillo en el Club Siglo XXI y demostró que se puede pensar diferente pero dejar las siglas aparte cuando se trata de cosas importantes y del interés general. Ahora no pasa, porqué?. Que hacen con nuestro país Sánchez, Casado, Iglesias, Arrimadas, Abascal, Rufían, a que juegan.

Otra que navega a menudo asegura, “Alguien entiende lo de la renta mínima cuando no hay mano de obra en el campo y se están perdiendo miles de toneladas de comida en los territorios agroalimentarios y cooperativas”. Relajamos un poco y nos vamos por otros derroteros que también se escriben, “Lo único que te llevas es lo que vives, así que vive todo lo que te quieras llevar”.

Y lo que se va en tu vida no debe dejarte vacío, seguro que tuviste mucha enseñanza. Termina, Nacemos sin traer nada, morimos sin llevar nada y en el medio peleamos por algo que ni trajimos ni nos llevaremos.

Decía un profesor mio que la clase política dice, todos vamos a estar bien, esos todos son ellos (la casta). Cuando dicen todos tenemos que sacrificarnos, esos todos somos nosotros. Hay muchas otras frases que ponen verdes a los políticos de hoy, los rojos, azules, morados, verdes, naranja, nacionalistas e independentistas.

Tendrán que hacer un pensamiento, se ha desatado una inquina sobre ellos que el mensaje a ninguno de los anteriores va calando muy hondo en el corazón de un país herido, solido, ensangrentado. Se espera un líder que sea un buen estadista.

En Facebook como les estoy contando un médico propuso que aquellas personas que no respeten la cuarentena y los protocolos sean penadas con servicios comunitarios obligatorios en los hospitales. Se necesita personas en limpieza, traslado de pacientes, recogida de cadáveres. Como estas personas no creen en el virus, pueden hacer el trabajo sin problema.

Jamás te arrepientas de haberte portado bien con las personas que no te valoraron. Tus hechos, acciones y cariño hablan bien de ti, no de ellos, tu no perdiste, a ti te perdieron, y te recordarán cada vez que alguien les falle. Rafael Gabaldón San Miguel.