Editorial: Por decirlo rápido, sin medias tintas, y asumiendo todas las desesperanzas e ilusiones que supone, soy un completo iluso. No tengo perdón. Ayer hubo Pleno del Ayuntamiento de Manacor celebrado en Calas de Mallorca, con presencia de los medios de comunicación en directo, ellos dan luz de lo que allí ocurre, y muy pocas personas siguiendo el debate en el acto por Internet (YouTube), de 25 a 30. Por supuesto las redes sociales están activas siempre y luego muchos y muchas lo visionan cuando quieren y en los tiempos que pueden. Llegan a verlo cientos.

No he perdido la ilusión de ver a los 21 concejales de Manacor, pueblos de Mallorca, Baleares, con los suyos cada uno, remando en la misma dirección, a modo de Gobierno de Concentración. Creo que no lo veré nunca, pero llegará. Habrá un día que al levantar la vista los que habiten este municipio y otros, verán la constitución del Gobierno mayoritario y luego el alcalde no permitirá que la mitad de los regidores se queden en la oposición, haciendo muy poco. O habrá espacios de colaboración solventes, donde todos puedan aportar su impronta y conocimientos, pero de verdad.

Después del Pleno de anoche, no fui capaz de escribir ni una línea. Tan solo había hecho una información mientras se producía el debate, sobre la ordenanza de vehículos abandonados, que está redactada en la portada. Quién deje tirado el coche en la vía pública tendrá que preparar una importante cantidad de dinero, multa, grúa y descontaminación. Y no escribí ni una línea más, porque me quedé frío, desangelado, con mal cuerpo. En épocas de pandemia, graves dificultades, ruina, hambre, agonía, caos, incertidumbre, esperaba otra cosa.

La mayoría de puntos se aprobaron con los 11 votos a favor del Gobierno y con la abstención de los 10 regidores de la oposición. Nada nuevo en el horizonte. Eran muchos de trámite, de gestión pura y dura de cada ejecutivo local. No son los votos, es la demostrada lejanía entre unos y otros. Las versiones radicales cuando se está en el Gobierno y en la Oposición, la subjetividad. Ese caldo de cultivo innecesario y copia de los partidos grandes, que hace imposible la concentración de esfuerzos. Estamos en un pueblo, las elecciones están muy lejos. Ahora toca trabajar juntos. Ya vendrán etapas donde cada uno ponga encima de la mesa la ideología.

Las dos Españas, Catalunya, País Vasco, nacionalistas, independentistas, indiferentes, liberales, rojos, verdes, azules, naranjas, morados, todos están en la parrilla de salida. Si se pone encima de la mesa las diferencias 6 meses antes de las elecciones locales, podemos trabajar tres años y medio todos juntos. En los ruegos y preguntas, resulta que dos partidos de la oposición las presentaron fuera de plazo, pensaron que no habría problema alguno. No fue así, no entraron en el debate, de 9 preguntas se quedaron 6 en los corrales. Se aplicó la estricta ley.

Conozco a los 21 regidores de este ayuntamiento que nos ha tocado vivir en esta legislatura. El perfil de cada uno indica que no habría muchos problemas para que se entiendan en muchas cosas. Hablaron ayer de los escombros que se han dejado en el solar de la calle Pilar, fruto de la demolición del Parking del Principal. Según la oposición da mal ejemplo dejarlos allí, según el Gobierno siguen el trámite que firmaron los que ahora denuncian. Todo son puntos de vista. Hubo debate con los dineros del Ayuntamiento, esos ahorros que nos querían birlar. El municipalismo tiene cosas muy buenas si los alcaldes se unen. Todo un Gobierno Nacional ha perdido su apuesta.

En definitiva me gustaría que hubiese mejor rollo, desde el Gobierno y desde la oposición, y todos juntos. Que no se pase siempre el rodillo cuando se tiene la vara de mando. Ocurre lo mismo cada vez, solo cambia quién tiene galones o no. También observé como dentro de cada partido hay las conocidas sensibilidades intrínsecas, cada bloque está en su esfera. Creo que este pleno no cuenta. La mociones que había han sido debatidas muy ampliamente a nivel insular, regional y nacional. Las preguntas quedaron descafeinadas y habrá tiempo de llevarlas de nuevo. Y los otros temas eran de trámite, menos la Ordenanza que ya he publicado. Rafael Gabaldón San Miguel.