El Tendedero: Cuando un presidente del Gobierno miente cada día varias veces y no cumple con sus promesas y preceptos, es normal que el pueblo le de la espalda. Cuando no se tiene credibilidad, la ciudadanía soberana se amotina. Le está pasando a Pedro Sánchez. Comenzó haciendo promesas bajo juramento y a las 24 horas dijo que tenía otras muy diferentes. La separación de poderes se las pasa el señor Sánchez por la entrepierna, no atiende a ninguna razón. Como aquel dictador salvaje invade todas las competencias y pone en su dirección a personas de su partido, amigos y familiares y hasta compañeros de colegio. Todo lo manosea, la Justicia, las empresas que cuentan los votos, la sociología de un país y sus consultas, el Banco de España, la bolsa, los hipódromos, paradores, asesores a miles, le hace la cobra al Congreso, al Senado, le saca la lengua al Tribunal Supremo y libra de la cárcel a golpistas y terroristas (con delitos de sangre), da fondos europeos a quién le apetece y los emplea discrecionalmente desoyendo a la autoridad competente.

Augusto Pedro Sánchez como el líder romano de las peores épocas hace todo lo contrario de lo que dice y se salta como en el caso del Sáhara y Argelia temas que son de Estado y los liquida como si fuese tomar un café, ordeno y mando. No da cuentas a nadie, ni a sus íntimos, nadie sabe de su Gobierno que le dijo el mandatario de Marruecos con el tema del móvil suyo y de su señora, ni su familia. Silencio absoluto. Como el puma y el falcón, secreto de Estado. Elabora un decreto sobre energía sin consultarlo con nadie y dice que es de obligado cumplimiento porque en un país democrático se cumplen las Leyes y desde que lo dijo hay miles de personas que no paran de reírse, hasta han tenido que ir a Urgencias. En Sánchez todo es mentira, cuando se mete en la cama salta de alegría, un día más propietario del BOE. Hasta sus amigos del Banco Santander, los empresarios venezolanos socios de Zapatero, algunos siervos de la información, y parte de sus diputados, le han dado la espalda al tirano, y ya no reman a su favor ni le ríen los Decretos e Imposiciones.

Desde su retiro de verano en Canarias en la abundancia más indecente para alguien que dice ser socialista, acompañado de cocineros, jardineros, empleados de hogar, guardaespaldas, vigilantes, servicio de limpieza, servicio de comida a domicilio, pilotos, chóferes, etc, desde allí dice que la Ley debe cumplirse, y mira por donde ese país de pandereta y bananero en el que nos ha convertido, dice que no hará caso a quién no es ejemplo de nada. Cuando se pongan las urnas sabrá lo que piensa el pueblo soberano, se va a enterar este mequetrefe metido a Jefe. Está claro que con Hacienda nadie puede porque te embargan hasta el sudor de un día largo de trabajo, aquí a bajar la cabeza y en otros asuntos parecido, pero cuando el vaso se rebosa, el pueblo es muy tozudo y se lleva por delante hasta el ejército mejor armado. Ya está bien de paños calientes, déjenos en paz, estamos millones aburridos de la misma cantinela, esto no lo aguanta ni un caballo de madera. Hemos ido a la hemeroteca y usted está muy enfermo, terminal, debe ponerse a tratamiento. Cuando en su intimidad haga balance en la distancia de su paso por la política y lo que le obligó hacer a su partido, entenderá porqué un día el respectivo tomó las calles y ocupó las instituciones pidiendo elecciones urgentes. Estoy muy triste, mi padre fue un socialista ejemplar toda su vida y los valores decentes y solidarios fueron su referencia, ha pisado usted lo más sagrado de una ideología que muchos dieron la vida por ella. Rafael Gabaldón San Miguel.