Residentes en la calle la Pinta de Porto Cristo piden la intervención de Sanidad, Ayuntamiento de Manacor, Bomberos, Salud e Higiene, quién sea el competente en la materia, cuando una vivienda está abandonada, llena de basura, repleta de ratas y otros animales, en definitiva supone un peligro para la salud de los vecinos y vecinas de la calle la Pinta de Porto Cristo.

La casa en cuestión está en la calle la Pinta de Porto Cristo en el número 27 y era propiedad de Sebastián Caffaro Ferrer, quién falleció recientemente, y el cual sufría el síndrome de Diógenes, recogía de las calles todo lo que encontraba y acumulaba de todo hasta invadir la totalidad del espacio del inmueble.

Nos dejó recientemente el mencionado Sebastián Caffaro, los vecinos dieron la voz de alarma porque de su casa salía un olor insoportable, la Policía entró y encontró su cadáver tendido en el suelo. No sabemos nada más de él, no ha habido esquela, ni nota de defunción, ni explicación en sucesos. Murió en la indigencia, como vivió los últimos años. Los Servicios Sociales aseguraban que no podían ayudar a quién no se dejaba.

Sebastián Caffaro hizo la carrera de Marino Mercante hasta casi finalizarla, sin embargo una enfermedad lo alejó de la licenciatura. Colaboró en la Revista Porto Cristo en los años noventa en su sección Piratas y Bucaneros, que tan curiosa era, como el propio personaje que lo escribía. Caffaro en sus últimos años de vida se abandonó y tiró la toalla. Los vecinos denunciaron en varias ocasiones su situación, todo indica que no se dejaba ayudar.

Con su desaparición queda la pequeña casa que tenía, la cual está llena de basuras y roedores, ratas muy grandes que asustan a los residentes de la zona, por eso, la calle de la Pinta está en pie de guerra, alguien debe proteger a los vecinos de enfermedades y limpieza, la casa es un nido de peligros. La Policía se lo llevó al cementerio y cerró la casa, nunca más se ha sabido porqué no se ha realizado un protocolo para limpiar el solar y el inmueble. Las cosas de palacio van despacio.

Sebastián Caffaro no se dejó ayudar, vivió los primeros años de llegar a Porto Cristo con su madre, a la cual cuidaba con dedicación casi exclusiva. Falleció la señora y quedaron él y una hermana, que todo indica terminó en una residencia. Nadie sabe que se hará con el cuerpo del finado, seguramente se siguen protocolos administrativos. No hay derecho que nadie tome cartas en el asunto y proteja a los vivos. 

Ahora bien es responsabilidad del Ayuntamiento de Manacor, Sanidad, Delegación del Gobierno, Salud e Higiene, Govern balear, Bomberos, de quién corresponda limpiar la casa, desratizar el entorno, llevarse la basura, proteger a quienes son vecinos y llevan muchos años soportando olores, suciedad, roedores, mosquitos, , moscas y todo tipo de animales que solo generan enfermedades.

Descanse en paz, el que fuera colaborador de la Revista Porto Cristo en los años noventa y que tantos buenos ratos nos hizo pasar con sus genialidades. Se llena la boca la administración que debemos pagar impuestos, para atender a quienes lo necesitan, esa canción suena rayada, este es un ejemplo de como la sociedad y el Gobierno han perdido el corazón, el alma, el sentido común, su razón de ser. Por lo menos eviten enfermedades y si no hay herederos se verán beneficiados, porque el Estado se queda con todo.